La Trigueña, empresa chiapaneca, nació hace 15 años del sueño de un matrimonio que buscaba tener su propio negocio y generar empleos dignos para la entidad.
En entrevista, uno de los propietarios, Alberto Fernández Coutiño, explicó que iniciaron con un comal, una prensa y una amasadora, herramientas artesanales. A lo largo de este tiempo han superado varios retos como darse a conocer a su clientela, así como adquirir equipo tecnológico.
Hoy, procesan tortillas de harina natural y de sabores como son: chipilín, chipotle, flor de calabaza, integrales, nopalinaza, multigrano, mantequilla y light; además de tostadas de maíz tradicionales, chicharrón y totopos de sabores. En una jornada de ocho horas, elaboran dos toneladas y media de tortillas.
Fernández Coutiño mencionó que obtener y portar el sello Marca Chiapas les ha permitido mejorar la calidad y presentación de sus productos, representando una puerta de oportunidades para incursionar en mercados nacionales e internacionales.
La Trigueña ha automatizado su producción al renovar sus equipos con la adquisición de tecnología de punta, mejorando su producto así como su empaquetado y producción, los cuales se comercializan en los principales supermercados, tiendas de conveniencia, abarroteras de la entidad, y en los estados de Oaxaca y Tabasco.
Los propietarios de La Trigueña reconocieron y agradecieron el apoyo brindado por el Gobierno del Estado, ya que muy pronto la empresa traspasará fronteras para llegar al mercado latino y norteamericano de Texas, California, Florida y Washington en Estados Unidos.
Actualmente esta empresa chiapaneca es una fuente de empleos para más 60 personas, lo que prevén incrementar tras iniciar el proceso de exportación.
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